Las dos caras de la vida
Hoy en el vestíbulo del metro de plaza Catalunya he visto la coral que otras veces ha estado amenizando el trayecto de los viajantes, tod@s vestid@s de negro cantando al unísono y haciendo un poco de coreografía, a su alrededor mucha gente cerrando un círculo, aplaudiendo... Nada malo, excepto por el hecho que había justo, al otro lado del vestíbulo, una persona sin techo intentando dormir; tapándose como podía los oídos. Una gran diferencia, alegría y jolgorio de muchos, en contraposición de alguien que solo quería dormir allí, por falta de un techo donde alojarse (habiendo tantos pisos vacíos).
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